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Definición, significado: Imitación perfecta, o reproducción, de un escrito, dibujo o impreso.
Etimología: Del latín fac, imperativo de facere, que significa “hacer”, y simile, que significa “semejante”.
Las dos formas de hacer un facsímil están determinadas por el "Tipo de libro" al que nos dediquemos:
1) Según su técnica de elaboración, los libros se clasifican en:
Manuscritos
Códices o libros copiados a mano.
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Libros Impresos
A nosotros nos interesan los antiguos.
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2) Según su edad, el grupo de los libros impresos antiguos se clasifican en:
- Incunables (año 1500 y anteriores).
- Libros Antiguos (año 1501 y posteriores).
Los dos sistemas o criterios para hacer un facsímil son:
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Métodos artesanales
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Grupo de Libros Manuscritos o Códices:
Es obvio que las técnicas de reproducción o edición del facsímil (fotografía, preimpresión, impresión…) son de la máxima calidad posible en el momento de la edición. Dichas técnicas han mejorado mucho en las últimas décadas. Debido a que los códices manuscritos originales son siempre ejemplares únicos por haber sido libros copiados a mano en los scriptorium medievales. Los facsímiles de Vicent García Editores reproducen las manchas del pergamino original, los deterioros de la pieza y las características que tiene en la actualidad. Así mismo, cualquier material que interviene en la elaboración de los facsímiles debe ser lo más parecido al códice o incunable original: pieles, papel pergamino, dorados, medidas o envejecidos…
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Los mejores materiales
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Grupo de Libros Impresos (bien sean Incunables o
Libros Antiguos):
Como también es obvio, muy habitualmente, los Libros Impresos originales no son únicos (y, aunque lo sean en un determinado momento histórico, puede ocurrir que, con el tiempo, aparezca un segundo ejemplar que haya permanecido desconocido a los bibliógrafos: En bibliotecas privadas, escondidos por distintas razones, perdidos, o mal clasificados en bibliotecas públicas…). Por lo tanto, no pueden considerarse piezas completamente únicas de forma permanente. Para decidir el criterio de reproducción facsímil, también hay que tener en cuenta que los Libros Impresos rara vez se vendían encuadernados con tapas, así era el propietario el que encargaba las cubiertas más adecuadas a su economía y biblioteca. Estas circunstancias particulares de los Libros Impresos (Incunables y Libros Antiguos) imponen los criterios aceptados por los investigadores para hacer sus reproducciones facsímiles, que son:
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Encuadernación en pergamino |
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1) Reproducción: Una reproducción impecable de todos los elementos impresos en el original: colores de tintas, tamaños, etc.
2) Elementos gráficos: También reproducimos los elementos gráficos que se hayan incorporado con los años al ejemplar que editamos (anotaciones manuscritas, sellos, exlibris…).
3) Papeles verjurados, de colores crema o ahuesado, como originalmente son, y con los mismos gramajes.
4) Manchas y deterioros: No reproducimos las manchas o deterioros producidos con el tiempo en los libros impresos, ya que no forman parte de la edición original y, sobre todo (a diferencia de los manuscritos, que siempre son únicos) el objetivo de todo bibliófilo es conseguir el ejemplar más nuevo, con papel más limpio, más completo, y menos deteriorado posible, que siempre es el más valioso. Además, dichas manchas o deterioros no son comunes a todos los ejemplares originales que puedan existir ahora o en el futuro; e incluso las bibliotecas lavan los papeles en sus Departamentos de Restauración, para preservarlos y permitir su buena conservación y lectura. Las manchas en el papel son una mala compañía. |
5) Ejemplares completos: Por lo anterior, cuando los pocos ejemplares originales existentes (de un título concreto) son todos incompletos, procuramos que nuestra edición de dicho título sí que sea completa; incluso recuperando para el ejemplar que reproducimos las páginas que le faltan, y que otro tiene. Así estamos consiguiendo reproducir la "edición original". Cuando tomamos esta decisión, lo anunciamos en nuestros colofones.
6) Encuadernaciones de Incunables y Libros Antiguos: Los encuadernamos todos con la encuadernación más utilizada en los siglos XV al XVII: El pergamino (piel de cabra) sobre tabla, puesto que, como hemos explicado, los originales variaban sus encuadernaciones (a menudo perdidas); y, además, ha sido muy habitual reencuadernar los Incunables y Libros Antiguos en los últimos siglos, dándoles encuadernaciones Modernas.
7) Ediciones príncipe: Las primeras ediciones (o "príncipe") suelen ser las más codiciadas y escasas, pero no siempre es así. Nuestro criterio es escoger las más raras, las que más pueden interesar por su falta de disponibilidad.
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